Al mismo tiempo, hizo un llamado a que dicho organismo se conduzca de acuerdo con las facultades establecidas en los instrumentos jurídicos interamericanos.
Como Estado miembro de la OEA, advierte la cancillería en una nota de protesta, México considera que la Secretaría General de la organización debe apegarse a su misión de fomentar el diálogo, el consenso y la solución pacífica de las controversias en el hemisferio, absteniéndose de realizar pronunciamientos unilaterales a nombre de toda la membresía. Añade que el organismo debe atender la naturaleza colegiada de su mandato y, en concordancia con el derecho internacional, no debe intervenir en los asuntos internos de los Estados miembros de la OEA. Por lo tanto, llama a evitar confrontarse con un gobierno electo democráticamente como lo es el de Bolivia y le advierte que el comunicado (emitido a favor de la golpista) sienta un peligroso precedente para una organización creada ‘con el propósito de buscar el consenso’.
En concordancia con el principio de no intervención, el gobierno de México exhorta a la Secretaría General a retomar su papel en el entramado interamericano y actúe dentro de su propio marco institucional en esta y en futuras situaciones.
Poco antes del comunicado, la cancillería instó a Almagro a la prudencia y a conducirse de acuerdo con sus facultades, fomentando el diálogo, el consenso y la solución pacífica de las controversias en el hemisferio, y no polarizando a la ya dividida organización.
Durante las elecciones de Bolivia de 2019, Almagro usó de manera facciosa a la misión de observación para denunciar un supuesto fraude que nunca existió, lo cual generó una crisis social y derivó en el golpe de Estado de Añez, lo que obligó a Evo Morales a dimitir.
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