Acudieron en las últimas horas al Ministerio de Relaciones Exteriores para conversar con su titular, Rogelio Mayta, la encargada de Negocios estadounidense, Charisse Phillips, y el representante brasileño, Octavio Henrique Días García Côrtes, según refiere el periódico El Deber.
En días pasados, la portavoz adjunta del Departamento de Estado de Estados Unidos, Jalina Porter, expresó su preocupación por los procesos judiciales abiertos contra la expresidenta Jeanine Áñez y exautoridades de su gabinete.
Ante tal posición, Mayta recordó a la representante diplomática estadounidense en el país el deber de abstenerse de intervenir en asuntos internos de otra nación, conforme a lo establecido en los convenios internacionales y en el marco de la colaboración bilateral. Por otra parte, luego de las palabras emitidas por el mandatario brasileño, Jair Bolsonaro, en alusión a las detenciones recientes dispuestas por la Fiscalía, la cancillería boliviana trasmitió los principios de la carta de Naciones Unidas al embajador de ese territorio fronterizo, reseña el diario Bolivia.
Esta nación andino-amazónica vive un proceso de reconstrucción y defensa de las instituciones democráticas y el sábado último a raíz del caso golpe de Estado, que se investiga desde fines de 2020, fueron aprehendidos Áñez y los extitulares Álvaro Coímbra (Justicia) y Rodrigo Guzmán (Energía).
Los cargos contra los civiles y militares que contribuyeron con la asonada golpista de noviembre de 2019 comprenden delitos de sedición, conspiración y terrorismo.
Sin embargo, el hecho genera una serie de reacciones contrarias a la búsqueda de justicia de parte de las fuerzas opositoras a la actual administración.
La cancillería y el Senado bolivianos con anterioridad calificaron también de injerencia la afirmación del secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, contraria a la detención preventiva de Áñez.
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