Ayer, la Cámara de Representantes aprobó retomar la legislación que fue impulsada en 1994 por el entonces senador Joe Biden, ahora presidente del país, y la cual expiró en 2019 bajo el gobierno de Donald Trump (2017-2021).
El visto bueno a la Ley de Violencia contra las Mujeres fue concedido por 244 legisladores, incluidos 29 republicanos, quienes son minoría en la Cámara baja, y 172 estuvieron en contra.
Dicha norma incluye subvenciones para programas de gobiernos estatales y locales contra los mencionados problemas, y restringe el acceso a las armas de fuego a condenados por violencia doméstica o con una orden de alejamiento.
También, concede a los tribunales tribales nuevas prerrogativas para juzgar a personas que no sean nativas por tráfico de seres humanos, acoso y agresión sexual.
Informaciones de prensa señalaron que el mandatario demócrata ha instado al Congreso a unirse para reactivar esta ley ante el aumento de los casos de violencia de género en el último año.
En el contexto del azote de la pandemia de la Covid-19, muchas víctimas se han visto obligadas a estar confinadas en sus casas junto a los agresores, apuntaron los reportes.
Datos de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades precisan que el 44 por ciento de las mujeres en Estados Unidos han sufrido algún tipo de violencia sexual en sus vidas, un fenómeno que daña a uno de cada cuatro hombres.
Para respaldar la reactivación de la mencionada ley en el Senado son necesarios 60 votos a favor, y en esa entidad de 100 integrantes la mitad de sus puestos pertenecen a los republicanos.
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