La mayor manifestación, estimada en unos 10 mil participantes por la policía, se realizó en la ciudad central de Kassel, y estuvo organizada por el movimiento Querdenken (Pensamiento Lateral), un grupo investigado por vínculos contra la ultraderecha.
Fuerzas de seguridad dijeron que dispersaron a algunos participantes con porras y medios de comunicación dijeron que se emplearon cañones de agua. No se reportaron arrestos.
Las protestas también se esperaban en Berlín y Múnich, pero en la capital solo se presentaron unas pocas docenas de personas, superadas ampliamente por un contingente policial de mil 800 efectivos.
La mayoría de los asistentes no llevaban máscaras, a pesar de que un estudio del instituto económico ZEW de Mannheim y la Universidad Humboldt de Bonn concluyó que dos manifestaciones celebradas en noviembre pasado en Leipzig y Berlín provocaron muchos miles de contagios.
En tanto, la Asociación Interdisciplinar Alemana de Cuidados Intensivos y Medicina de Urgencia (DIVI) exigió este sábado un cierre de la vida pública en todo el país para evitar que la incidencia pase de 200 contagios por el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad, por cada 100 mil habitantes.
El jefe de la DIVI, Gernot Marx, llamó a actuar con urgencia al considerar que un aumento de los casos también significará el crecimiento de los graves.
Para el lunes está prevista una reunión de la canciller federal Angela Merkel con los 16 jefes de los estados federados.
El Instituto Robert Koch (RKI), ente gubernamental encargado del control de enfermedades infecciosas, informó que la incidencia en siete días fue de 99,9 este sábado contra 95,6 la víspera. El valor máximo de este indicador se alcanzó el 22 de diciembre con 197,6.
Las autoridades sanitarias informaron de 16 mil 33 nuevas infecciones y 207 muertes en las pasadas 24 horas.
Merkel dejó entrever este viernes que el país no debía dudar en aplicar otras medidas para enfrentar la dolencia, incluido un confinamiento estricto si es necesario.
mem/ro