De acuerdo con una encuesta del Instituto Demoscópico YouGov, por encargo de la agencia DPA, un 41 por ciento se inclinó por Soder para luchar por la sucesión de Merkel, que deja la jefatura del gobierno tras 16 años.
Muy alejado se situó el recién electo presidente de la Unión Demócrata Cristiana (CDU, de la que la CSU es aliada minoritaria), el también primer ministro de Renania del Norte-Westfalia (el estado federado más poblado) Armin Laschet, con solo 14 por ciento de apoyo.
De suceder lo que dicen los sondeos para la justa del 26 de septiembre, sería la primera vez que un líder ajeno a la CDU encabece la candidatura conservadora para el puesto de Canciller Federal.
Entre los votantes conservadores, Soder encabezó las preferencias con 63 por ciento, frente a 12 por ciento para Laschet.
La inclinación de ambos partidos deberá conocerse el 23 o 24 de mayo.
El mismo plazo se han dado los dos colíderes de Los Verdes, Annalena Baerbock y Robert Habeck, quienes decidirán entre ellos al contendiente para la puja por la jefatura de Gobierno.
Para los democristianos-socialcristianos, la decisión tendrá lugar luego de las turbulencias que generaron los comicios estatales en Baden-Württemberg y Renania-Palatinado, cuando tuvieron la peor votación en la historia.
Las alarmas no se hicieron esperar y diversas voces tanto fuera como dentro de la formación hablaron de la posibilidad de un cambio de colores en la alianza en el poder.
Tales acontecimientos llevaron a varios medios de prensa a presagiar que la llamada coalición semáforo (el rojo del Partido Socialdemócrata, el amarillo de los liberales y el verde de los ecologistas) sustituya al bloque que lideró Alemania durante tres lustros de la mano de Merkel.
De momento, las miradas se sitúan en el estado federado de Turingia que celebrará elecciones en abril próximo. Precisamente en ese lugar surgió una de las peores crisis de la administración conservadora en los últimos tiempos, la cual provocó la renuncia en 2020 de la discípula de Merkel, Annegret Kramp-Karrenbauer, al frente de la CDU.
Kramp-Karrenbauer también desistió de aspirar a dirigir la Cancillería Federal, tras el escándalo generado por la elección de Thomas Kemmerich como ministro presidente de Turingia con los votos de su formación (Partido Democrático Libre), la CDU y la extremista Alternativa para Alemania.
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