A propósito de la celebración del Día Mundial del Agua, establecido por la ONU, el ente mediambiental presentó su dossier ‘Agua en red’ donde expone dispersión, uso y consumo del preciado líquido en las principales ciudades italianas.
Entre sus consideraciones, el estudio solicita que el Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR), en proceso de preparación, tengan en cuenta la nueva Directiva europea 2020/2184 sobre aguas destinadas al consumo humano, que los Estados miembros deberán implementar en 2023.
En tal sentido Legambiente pide a Italia transponer la nueva legislación regional de forma rápida y virtuosa, la cual entre otros aspectos introduce límites más estrictos para algunos contaminantes, nuevas sustancias a controlar.
Mencionó entre ellas los ácidos perfluoroacrílicos, familia de compuestos químicos utilizados principalmente en el campo industrial, las mismas que, apuntó, contaminaron las aguas subterráneas en las provincias de Vicenza, Verona y Padua, todas al norte de la península.
El dossier destaca también que Italia es primera en Europa en extracción de agua potable, con más de nueve mil millones de metros cúbicos por año, equivalentes a 25 millones de metros cúbicos por día y un per cápita diario de 419 litros.
Apuntó en tal sentido que este país tiene en general un estrés hídrico medio-alto, definido así por la Organización Mundial de la Salud, pues utiliza del 30 al 35 por ciento de sus recursos hídricos renovables, con un aumento del seis por ciento cada de década.
A esa tendencia se suman la urbanización, la contaminación y los efectos del cambio climático, como las sequías cada vez más frecuentes y persistentes, las cuales ejerce presión sobre el suministro de agua de la península.
Ese panorama demanda mayor atención, acorde con el estudio, dado el secular problema de pérdidas del líquido a lo largo de la red y los altos porcentajes, aún sin clasificar, de calidad y cantidad de las reservas, sobre todo en el sur agua que muestran un serio desconocimiento sobre cuestiones no resueltas sobre la purificación.
A juicio de Giorgio Zampetti, director general de Legambiente, el PNRR debe, entre otros aspectos, centrarse en la ejecución de las obras necesarias para reparar el sistema de alcantarillado y depuración.
Además, debe concebir la restauración de los sistemas de distribución de agua eficientes que garanticen la potabilidad y minimicen el antiguo problema de las fugas en la red, así como propiciar una menor competencia entre los diferentes usos del agua, civil, industrial, agrícola.
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