Las fuerzas de Estados Unidos, que lanzaron bombardeos contra el país asiático en 2001, con el pretexto de luchar contra grupos terroristas, permanecen allí pese a reiterados anuncios de la Casa Blanca de evacuar completamente a sus efectivos.
Blinken, quien participa en una reunión de cancilleres de la OTAN en esta capital, señaló que llegó a la cita ministerial con el objetivo de restablecer los vínulos con los aliados de ese bloque como eran antes.
El funcionario se refería así al deterioro de los nexos provocado por el republicano Donald Trump, quien exigió compartir gastos de la alianza atlántica y el incremento de los presupuestos militares europeos, señala la prensa local.
Al referirse al acuerdo alcanzado por Washington con el movimiento Talibán para la salida de tropas de Estados Unidos y la OTAN de Afganistán antes de mayo próximo, Blinken se limitó a afirmar que ello se haría si lo deciden y lo hacen todos juntos.
Tras 20 años de presencia militar extranjera, organizaciones de derechos civiles expusieron en foros internacionales los desmanes cometidos por la aviación y tropas de la OTAN en el estado asiático, con la muerte de decenas de civiles.
La reunión de cancilleres del bloque trasatlántico, que sesionará hasta mañana, también prevé la discusión de su estrategia de desarrollo hasta 2030.
Medios de difusión en esta urbe consideran que como parte de esos planes se busca afianzar la campaña mediática para situar a Rusia como una de las principales amenazas de Europa y con ello buscar una justificación para el refuerzo de la OTAN.
Al mismo tiempo, funcionarios de la alianza atlántica señalan que por el momento esa entidad evitará el ingreso de nuevos miembros, mientras que deberá zanjar diferencias con Turquía en temas como Siria o la compra de sistemas rusos S-400.
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