Para el sábado se espera la llegada desde España del coronel retirado Eduardo Ferro, quien deberá declarar sobre lo ocurrido en julio de 1977 luego del apresamiento por fuerzas represivas del referido militante.
Tassino recordó que Ferro se fue del país para no presentarse a la justicia, luego del retorno a la democracia. ‘Después de utilizar recursos dilatorios durante cuatro o cinco años y cuando ya no podía evitarlo, un mes antes de prestar declaración, se fue a España’, declaró.
Agregó en un relato a medios informativos que cuando fue detenido la primera vez allí lo ayudaron a escaparse de una cárcel de máxima seguridad, pese a tratarse de un violador de derechos humanos. Además con alerta roja de Interpol ‘no podía seguir cobrando su jubilación como si nada’, dijo, al resaltar la complicidad de las instituciones armadas en un pacto de silencio para encubrir a militares culpables de graves violaciones de derechos humanos.
Buscado por delitos de lesa humanidad y su participación en el Plan Cóndor, Ferro se entregó el 27 de enero a las autoridades en el municipio de Peñíscola, en Valencia.
A su llegada aquí prestará declaración ante la jueza Silvia Urioste y el fiscal especializado en crímenes de lesa humanidad Ricardo Perciballe, quienes transmitieron al semanario Caras y Caretas la esperanza de que ‘esta vez la justicia pueda avanzar correctamente’.
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