Precisamente, dijo, en este Día Internacional por el Derecho a la Verdad sobre las Violaciones Graves de los Derechos Humanos y por la Dignidad de las Víctimas, conmemoramos la vida de ese cura salvadoreño, que recibió tratamiento de monseñor.
En su mensaje por la fecha, Guterres señaló que esta es una ocasión para honrar a todas las víctimas y sobrevivientes de graves violaciones de derechos humanos, en todo el mundo.
Asimismo, recalcó, el reconocimiento, la justicia y la prevención solo pueden comenzar con el descubrimiento y el reconocimiento de los hechos.
‘Sin verdad no puede haber justicia ni reparación’, subrayó y pidió mayor compromiso para evitar que se repitan violaciones graves de los derechos humanos.
Precisamente, este 24 de marzo se cumple el aniversario 41 del asesinato de Romero, un magnicidio aún impune debido a las numerosas trabas legales para enjuiciar a los autores intelectuales y materiales del crimen.
Según reportes de prensa, muchos salvadoreños lamentan que no se haya hecho justicia para el religioso, beatificado en mayo de 2015 y canonizado el 14 de octubre de 2018, tras un dilatado proceso.
En reciente rueda de prensa, los abogados querellantes en la causa penal por el magnicidio del entonces arzobispo de San Salvador denunciaron los múltiples obstáculos que frenan el proceso.
Hasta ahora, la investigación está centrada en el capitán Álvaro Saravia, el único imputado por el atentado contra Romero en la capilla del hospital de La Divina Providencia, y quien lleva años prófugo.
En tanto, una Comisión de la Verdad de la ONU determinó que el mayor Roberto D’Aubuisson, fundador de la derechista Alianza Republicana Nacionalista, dio la orden de asesinar al religioso.
De acuerdo con ese documento, en la planificación y ejecución del asesinato participaron Saravia, el capitán Eduardo Ávila, así como Fernando Sagrera y Mario Molina, entre otros.
Romero es recordado por dedicar su vida a la prédica en defensa de los derechos humanos y denunciar violaciones de esas garantías fundamentales que sufrieron las personas más vulnerables de El Salvador.
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