Este viernes las fuerzas de seguridad mataron a tres manifestantes en la ciudad sureña de Myeik, según dijeron testigos a la prensa local.
Myanmar vive una crisis desde que los militares derrocaron al Gobierno en un golpe de Estado el 1 de febrero, lo que provocó un levantamiento para exigir el retorno a la democracia.
Desde entonces, más de 300 personas murieron en las manifestaciones y casi tres mil fueron arrestadas.
De acuerdo con la Asociación de Asistencia a Prisioneros Políticos al menos el 25 por ciento de los fallecidos fue por disparos en la cabeza, lo que generó sospechas de que fueron ultimados deliberadamente.
Según reportes de prensa, existen temores de que el Día de las Fuerzas Armadas se convierta en un punto álgido, ya que las fuerzas de seguridad han seguido reprimiendo a activistas y manifestantes.
Ha llegado el momento de luchar contra la opresión de los militares, publicó en Facebook el destacado activista Ei Thinzar Maung, y pidió que la gente salga a las calles mañana.
El movimiento de protesta ha incluido huelgas generalizadas y desobediencia civil por parte de los trabajadores, lo que tiene paralizado el funcionamiento de la economía nacional.
mgt/lp