Los naturalistas esperan que se trate, además, del primer paso hacia el fortalecimiento de las leyes de conservación de la vida silvestre en el país, reflejó el portal India Spend.
El plan de divulgación voluntaria -anunciado en junio pasado- exhortó a declarar la posesión de cualquier especie exótica animal o vegetal trasladada fuera de su región nativa, sin tomarse represalias aunque los propietarios carecieran de la documentación adecuada.
Dicho programa se puso en marcha a raíz de la pandemia de la Covid-19, una enfermedad que probablemente saltó a los humanos desde una especie intermediaria de la fauna, según los estudios de la Organización Mundial de la Salud.
El régimen incluye las especies exóticas vivas que figuran en los tres apéndices de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites), un acuerdo internacional ratificado por 183 países, incluida India.
Se recibieron solicitudes de 32 mil 645 indios y los loros, las cacatúas, los guacamayos y los agapornis fueron algunas de las especies con mayor presencia en los documentos.
Pero también se contaron canguros, lémures e iguanas, cuyos hábitats nativos están bien lejos del país, y otras especies de aves, reptiles, anfibios y mamíferos, algunas en peligro crítico de extinción, en manos de particulares.
Las declaraciones incluyeron la posesión de especies en peligro de extinción, cuyo comercio está prohibido y sólo se permite en circunstancias excepcionales, como la investigación.
Entre ellos están el lémur de collar blanco y negro, endémico de Madagascar, y el órix beisa, un antílope con menos de 12 mil individuos en las sabanas y praderas del este de África, ambos en peligro según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
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