El exprofesor de historia militar dijo a la prensa que las pandillas asentadas en barrios vulnerables y carentes de ley, cuentan con líneas de suministro interrumpido de munición de guerra, lo que pone en jaque a las fuerzas del orden público.
La Policía Nacional de Haití (PNH) está compuesta oficialmente por 16 mil miembros, para una población de poco más de 11 millones de habitantes, sin embargo, Michel señaló que un número indeterminado de agentes se encuentran destinados a la protección de personalidades y dirigentes.
A esto se suma la facción surgida al interior del cuerpo desde hace más de un año, conocida como Fantom 509 y calificada por el Gobierno de ‘célula terrorista’, y que protagonizan controvertidas protestas en las cuales incendiaron instituciones y vehículos estatales.
La semana pasada, la Fundación Je Klere, que defiende los derechos humanos, cuestionó si la PNH no estaba atravesada por una ‘corriente fascista’, tras los actos violentos de algunos de sus integrantes.
‘La Fundación Je Kere (FJKL) señala que Fantom 509 tiene un discurso y acciones que abogan por la supremacía de la fuerza sobre el poder civil, la educación, la ley y la justicia’, dijo la organización en un comunicado.
Añadió que sus métodos rechazan ‘los derechos humanos, la democracia, la separación de poderes, el estado de derecho, el respeto a la disciplina y la jerarquía dentro de la PNH, el derecho a la propiedad privada y el respeto a la dignidad humana’, aseguraron.
La polémica escaló luego del asesinato de un oficial en servicio durante el enfrentamiento con Fantom 509 el lunes pasado.
La Oficina Integrada de Naciones Unidas en Haití, expresó su preocupación por la muerte del agente, así como otros miembros del cuerpo, y señaló que la ‘violencia fratricida’ debilita la cohesión indispensable de la institución.
Mientras tanto, las bandas armadas controlan cada vez más zonas tanto en la capital como en las provincias, y fenómenos como los secuestros y asesinatos se dispararon en el último año.
La fallida operación policial en un barrio pobre de la entrada sur de Puerto Príncipe, costó la vida a al menos cinco agentes y puso de relieve la falta de preparación y recursos de la PNH, ante la consolidación de las pandillas, indicaron expertos.
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