Según una investigación de la Asociación Italiana de Editores realizada por encargo del Centro para el Libro y la Lectura, varios factores contribuyeron al crecimiento de ese sector en medio de la pandemia de la Covid-19.
El ‘Libro blanco sobre la lectura y consumos culturales en Italia 2020-2021’, señala, en primer lugar, la capacidad de los editores de reorganizar rápidamente los procesos productivos de acuerdo con las condiciones impuestas por la emergencia sanitaria.
El texto menciona, por una parte, las modalidades de trabajo inteligente con el desplazamiento de la producción impresa al ámbito digital, acompañado por el rediseño del plan editorial y propuestas de nuevos autores y títulos.
Por otra, apunta, las medidas adoptadas prontamente por el gobierno y el parlamento frente a la crisis al considerar el libro como un ‘producto esencial’, con la consecuente apertura de las librerías incluso durante la suspensión de actividades económicas y sociales para contener la propagación del virus.
En ese sentido subraya, además, el apoyo concreto a la demanda, pública y privada, a través de ayudas financieras directas a los editores, librerías y traductores.
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