El presidente boliviano, Luis Arce, destacó durante un acto en Chimoré el aporte de las organizaciones sociales para ese proceso que erradicará siete mil hectáreas en el trópico cochabambino y dos mil en Los Yungas paceños. Arce anunció que el presupuesto asignado asciende a más de 15 millones 481 mil dólares y serán desplegados mil 750 militares, policías y civiles, con el objetivo de rescatar el modelo de control de cultivos excedentes basado en el diálogo y el respeto de los derechos humanos y económicos de los productores de la hoja.
Precisó que queda prohibido el uso de los parques nacionales y reservas forestales para sembrar coca,de ahí que priorizarán los trabajos de radicalización en esos lugares.
Lamentó que durante el régimen de facto (2019-2020) fuera interrumpido el programa implementado por el expresidente Evo Morales, con amplio reconocimiento internacional y, según cifras de Naciones Unidas, fueron sobrepasadas las 32 mil hectáreas dedicadas a la coca en el país durante el pasado año.
El jefe de Estado recordó que la exmandataria de facto Jeanine Áñez intentó volver a viejas políticas dictadas desde Estados Unidos, como la militarización, violación de derechos humanos y criminalización del productor.
‘Lo que hemos vivido el año 2020 en el trópico de Cochabamba no puede volver a ocurrir. Nunca más la erradicación de la hoja de coca puede servir como excusa para militarizar el trópico, tal como lo hicieron en el gobierno de facto’, enfatizó.
La Ley General de la Coca, vigente desde 2018 en Bolivia, norma la promoción, circulación, comercialización, consumo, investigación y utilización de la planta en su estado natural.
La normativa permite 23 mil 100 hectáreas de cultivos de coca, reconoce los valores patrimoniales de esa planta y enfatiza que en su estado natural no es una droga.
A diferencia de otras regiones del mundo, la lucha contra el narcotráfico en la nación andino-amazónica tiene como base una política pacífica, de coexistencia y coordinación permanente con los actores involucrados.
Según especialistas, desde 2009 se implementó soberanamente su política de lucha antidroga alejada de métodos violentos y sobre la base del consenso con los productores, lo que permitió erradicar un promedio anual de cinco mil 500 hectáreas de coca entre ese año y 2017, bajo el monitoreo de Naciones Unidas.
El Informe Mundial sobre Drogas 2018, presentado en La Paz, destacó los esfuerzos del país suramericano en la lucha contra el narcotráfico y delitos conexos.
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