Según estadísticas históricas del departamento de Hidrometeorología de la Empresa de Transmisión Eléctrica, abril es el mes más caluroso del año en el país, lo cual está asociado al aparente movimiento del sol y a la incidencia de los rayos ultravioletas sobre el istmo.
A juicio del meteorólogo Jonathan Montes, esta situación genera un incremento de la sensación térmica debido, además, a la humedad relativa, los vientos y la temperatura.
El cambio de la estación seca a la lluviosa, también conocida por los lugareños como el invierno, se caracteriza por intensos y repentinos aguaceros locales, los cuales en las ciudades generan inundaciones momentáneas por la pobre evacuación de pluviales.
Igualmente, en las zonas rurales, principalmente en las montañosas, tales precipitaciones provocan sorpresivas crecidas de ríos, llamadas ‘cabezas de agua’ en el argot popular, que suscitan accidentes y víctimas fatales entre quienes se aventuran a estar cerca de los cauces o atravesarlos.
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