En recientes declaraciones ante el parlamento, el primer ministro sirio, Hussein Arnous, reveló que los petroleros cargados de crudo con destino a Siria están siendo atacados o interceptados en elta mar.
El objetivo es agudizar la crisis de hidrocarburos generada por las sanciones económicas y la ocupación de más del 90 por ciento del territorio donde están los pozos de petróleo sirios, precisó.
Reveló que siete tanqueros, algunos procedentes de Irán, fueron interceptados en el Mar Rojo y otros dos sufrieron ataques de manera intencionada.
Esa información fue confirmada por la prensa estadounidense cuando el periódico The Wall Street Journal reveló que Israel atacó al menos una docena de barcos que transportaban petróleo iraní desde finales de 2019.
Según funcionarios regionales y estadounidenses no identificados citados por el rotativo, Tel Aviv utilizó minas acuáticas y otras armas para sabotear a los buques iraníes u otros que transportaban carga en el Mar Rojo y en otras áreas de la región. Esas acciones no hundieron ningún petrolero, pero obligaron a al menos dos de ellos a regresar a puertos iraníes, y atrasó la llegada de otros a Siria, lo cual provocó crisis de derivados de petróleo.
El último acto de sabotaje fue el pasado 10 de marzo contra un portacontenedores de la empresa naviera iraní Irisl en el Mediterráneo, hecho calificado de terrorismo por Teherán.
En su comentario, el gobernante sirio calificó de acto terrorista y de piratería a los ataques perpetrados contra los barcos iraníes en aguas internacionales y no descartó que Israel esté detrás de los mismos.
Tales acciones ilegales contra la navegación marítima no se habrían llevado a cabo sin la luz verde de Estados Unidos, remarcó.
De acuerdo con Damasco, los frecuentes ataques contra los buques iraníes forman parte del bloqueo y las sanciones estadounidenses ilegales impuestas a Siria e Irán.
Esas acciones hostiles generaron una aguda escasez de hidrocarburos que impulsó al Ejecutivo sirio a suspender o reducir al mínimo la asistencia de trabajadores en los ministerios y entidades públicas.
Siria producía antes de la guerra, en 2011, más de 380 mil barriles diarios de crudo y debido a la ocupación y los actos terroristas, esa cifra se redujo actualmente a solo 24 mil barriles, mientras el país necesita diariamente más de 148 mil.
Recientes cifras reveladas por las autoridades indican que solo durante el segundo semestre de 2020, Siria importó derivados del petróleo por un valor de 820 millones de dólares.
El petróleo constituye el principal recurso para el transporte colectivo y también para la calefacción de los sirios durante los meses del invierno.
agp/fm