Legisladores de ambos partidos pidieron quitar la cerca alrededor de la sede del Congreso desde que se levantó después del asalto de seguidores del expresidente Donald Trump el 6 de enero, y algunos incluso introdujeron una legislación para prohibir cualquier valla permanente.
Pero apenas una semana después de que los oficiales de seguridad terminaron de derribarla para permitir el tráfico en las calles circundantes, Noah Green embistió con su automóvil contra una barricada y mató a uno de los oficiales de policía en un puesto de control de seguridad del Capitolio.
Green fue asesinado a tiros por otro oficial en la escena después de que el atacante salió de su vehículo con un cuchillo.
Según el diario The Hill, especializado en temas legislativos, este incidente mortal ahora plantea dudas sobre si las autoridades redujeron la protección del perímetro demasiado pronto y cuánto tiempo debería permanecer en su lugar la cerca restante alrededor del edificio del Capitolio.
‘Creo que tenemos que empezar a movernos en la dirección de derribar la valla, pero también debemos tener un plan realista y mantener la Guardia Nacional en el lugar, debemos tener mucho cuidado’, dijo el congresista demócrata Tim Ryan, quien supervisa el presupuesto de la Policía del Capitolio.
Otros legisladores siguen convencidos de que la valla de la sede del legislativo debería derribarse lo antes posible, como es el caso del senador Roy Blunt (Missouri), el principal republicano en el Comité de Reglas y Administración del Senado, quien cuestionó la efectividad de la cerca.
Por ahora, los funcionarios mantienen la cerca restante en su lugar mientras se realizan las reparaciones de seguridad en el edificio principal.
En medio de este debate, el director del sindicato de la Policía del Capitolio, Gus Papathanasiou, reveló en un comunicado publicado ayer que gran cantidad de agentes de la de ese cuerpo de protección prevén jubilarse antes de tiempo y algunos renunciaron o buscan un empleo en otro sitio.
Seguimos en nuestros puestos a pesar de que se cierne sobre nosotros una crisis de ánimo y una reducción en las filas, y que los guardias son obligados a trabajar una masiva cantidad de horas extra, declaró Papathanasiou.
La agencia Associated Press calificó de grave la crisis de ese cuerpo policial y señaló que los sucesos de los últimos cuatro meses podrían alterar no solo el funcionamiento de esa unidad de protección sino también la norma según la cual el histórico recinto debe permanecer abierto al público.
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