En su reporte Perspectivas de la Economía Mundial, el FMI estimó una expansión de un 4,6 por ciento para América Latina y el Caribe este año, cifra que representa 0,5 puntos porcentuales más en comparación con la proyección anticipada de enero.
Añadió que en 2022 la región crecerá un 3,1por ciento, tras sufrir una contracción de siete puntos porcentuales en 2020.
‘Después de una fuerte caída en 2020, solo se espera una recuperación leve y de varias velocidades en América Latina y el Caribe en 2021’, señaló el FMI.
El estudio señaló que ese crecimiento medio se alcanzará gracias al empuje de las grandes economías exportadoras —Argentina, Brasil y Perú—, que tomaron un respiro tras el repunte de la producción manufacturera global.
El documento recordó que el comercio exterior en Latinoamérica tuvo en 2020 su peor rendimiento desde la Gran Recesión de 2008, al desplomarse un 13 por ciento, pero la caída fue 10 puntos menor de lo previsto debido al repunte de la demanda en los principales socios de la región, especialmente China.
Por ello, los analistas consideran que no debe tomarse con demasiado optimismo el repunte de países como Brasil, México o Argentina, ya que sus previsiones se hacen en comparación con indicadores previos muy negativos.
Sin embargo, las perspectivas a más largo plazo de América Latina siguen dependiendo de la trayectoria de la pandemia de la Covid-19, dijo el FMI, ‘con algunas excepciones, por ejemplo Chile, Costa Rica y México, la mayoría de los países no han asegurado suficientes vacunas para la totalidad de sus poblaciones’, apuntó.
Según el organismo financiero, las naciones del Caribe mantienen a la baja sus perspectivas de crecimiento (2,4 por ciento), pues son naciones altamente dependientes del turismo.
Significó que lo que incidirá definitivamente en la recuperación de la región será el desarrollo de la pandemia, por lo que definen como estrategia prioritaria su contención, lo cual dependerá en gran medida de la administración de vacunas.
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