La oposición consiguió las firmas necesarias para que la junta funcionara, pero el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, se resistió a instalarla.
Tras ser notificado, Pacheco comentó que acatará la decisión la próxima semana, pero criticó su contenido.
De acuerdo con el senador, el momento resulta inoportuno para el funcionamiento del colegiado y esto puede representar ‘la coronación del fracaso nacional para afrontar la pandemia’.
Barroso reaccionó a una solicitud presentada al Supremo por los congresistas Jorge Kajuru y Alessandro Vieira. La CPI tiene 31 firmas, cuatro por encima del mínimo requerido para instalarse.
Según el magistrado, el tribunal entiende de que una CPI debe emplazarse cuando se cumplen los requisitos previstos por la Constitución.
El análisis del caso en el pleno virtual comenzará el viernes de la próxima semana y los ministros tendrán hasta el siguiente para votar.
Desde el inicio de la pandemia en febrero de 2020, Bolsonaro minimiza los efectos de la Covid-19, a la cual calificó de gripecita o resfriado, critica la adopción de confinamientos por parte de gobernadores de estados y cuestiona el uso de mascarillas.
En más de una ocasión, el excapitán del Ejército salió a saludar a partidarios sin tapabocas y provocó aglomeraciones en contra de las medidas recomendadas por autoridades sanitarias.
De igual manera, el exmilitar es un defensor a ultranza de la cloroquina como medicamento para enfrentar el patógeno, sin tener ello comprobación científica alguna.
También desde enero, la Fiscalía investiga el desempeño del otrora ministro de Salud, general Eduardo Pazuello, por sospechadas omisiones en la crisis ante la falta de cilindros de oxígeno en el estado de Amazonas (noroeste).
Tal carencia provocó el colapso del sistema sanitario en la región y varias pérdidas de vida.
Hasta la fecha, Brasil acumula 345 mil 25 decesos y 13 millones 279 mil 857 infectados por el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.
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