En un comunicado, el portavoz castrense, general de brigada Mohammed Yerima, precisó que a esos efectivos los atacaron cuando realizaban una tarea operativa de rutina e inicialmente se dsconocía su paradero.
A eso le sucedió el despliegue de un destacamento conjunto de rastreo integrado por fuerzas regulares del Ejército nigeriano y personal de la Operación Whirl Stroke, añadió el mensaje.
‘El equipo de búsqueda y rescate, desafortunadamente, encontró muertos a todos los militares desaparecidos en Konshisha, estado de Benue’.
También el vocero dijo que los cadáveres hallados resultaron evacuados, mientras que se realizaban acciones para atrapar a los perpetradores del crimen a fin de llevarlos ante la justicia.
El Ejército Nacional bajo el mando del jefe del Estado Mayor, teniente general Ibrahim Attahiru, permanece resuelto a garantizar la estabilidad en el estado de Benue, así como en otras partes del país afectadas por las actividades de bandas criminales, agregó el texto.
Los ataques en Nigeria, anteriormente concentrados en la zona nordeste, donde operan Boko Haram y el Estado Islámico en África Occidental (ISWA), se extendieron durante los últimos meses a otras áreas, lo cual se considera una posible expansión de tanto redes terroristas como delincuenciales enfrentadas por las fuerzas de seguridad.
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