El asedio fue contra el caserío de Ebele, situado en la comunidad de Ngbo, y los agresores incendiaron numerosas viviendas, pero oficialmente aún no hay un balance de víctimas.
Según informó el diario Vanguard, ese incidente sucedió al asesinato de otros lugareños en asaltos acreditados a pastores de la comunidad fulani, lo cual hizo que las autoridades evaluaran establecer grupos de vigilantes para enfrentar esas agresiones.
En enero, los gobernadores de los estados del sudoeste de Nigeria acordaron con una asociación ganadera prohibir el pastoreo nocturno para tratar de reducir el repunte de los choques por el control de terrenos en esa región del país.
Los combates por el control de áreas de pasto y cultivo causaron la muerte de miles de personas en los últimos tiempos, disputas que el presidente, Muhammadu Buhari, relacionó hace tres años con el aumento de la población en el país y con ello el incremento de sus demandas de hábitats y alimentación.
Nigeria cuenta con amplios pastizales en el norte, pero la desertificación y los ataques de los grupos terroristas Boko Haram y Estado Islámico impusieron una migración de pastores hacia el sur, lo cual generó allí conflictos con los agricultores.
jcm/mt