La asociación ambientalista entre el 8 de marzo y 9 de abril realizó un periplo por 15 capitales provinciales, de norte a sur de la península, con la mira puesta en el papel que pueden jugar las capitales italianas en un reinicio verde y en la lucha contra el cambio climático.
La campaña comenzó en Padua, terminó en Catania y recorrió en un mes Milán, Turín, Génova, Bolonia, Florencia, Ancona, Perugia, Roma, Cagliari, Pescara, Nápoles, Bari y Palermo.
En una nota de prensa, la organización informó que las 15 ciudades fueron sometidas a un monitoreo sobre los principales indicadores urbanos relacionados con la bicicleta, la movilidad eléctrica, la seguridad y la contaminación atmosférica.
El estudio arrojó que ‘la imagen final de la prueba de esfuerzo no es la mejor’, además, examinó las políticas en curso y las a implementar con los fondos europeos del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR) en función de un sistema de movilidad y transporte sostenible más resilientes frente a crisis futuras.
Los índices de tráfico y seguridad son extremadamente graves, tanto relacionados con los accidentes como con la contaminación, en particular Roma, Ancona, Cagliari, Catania, Padua, Perugia y Pescara son las más contaminadas y menos seguras.
Las únicas ciudades que apenas son suficientes para la adopción de políticas a favor del ciclismo, las carreteras a velocidad reducida, la electrificación del transporte público y la movilidad compartida son Bolonia, Milán y Florencia.
En cuanto a la electrificación del transporte público local, mostró que las 15 ciudades examinadas aún tienen 12 mil 500 bus diésel euro 4 o anteriores, modelos que deberán ser reemplazados en 2026 por vehículos solo eléctricos.
Acorde con Andrea Poggio, gerente de movilidad de Legambiente, citada en la nota de prensa, en el ‘terrible año’ de Covid-19, Italia sufrió un récord de muertes, pero hemos aumentado el número de autos en propiedad en 300 mil unidades.
Se gastaron, comentó, mil millones de euros en bonificaciones para automóviles nuevos, pero no pudimos mantener abiertos los jardines de infancia y las escuelas; cerramos el año con casi 39 millones de coches y 36 millones de permisos de conducir.
Con esa cifra, argumentó, podríamos haber comprado dos mil 500 autobuses eléctricos o 40 mil taxis eléctricos y coche compartido para 100 ciudades, reduciendo las emisiones en más de 100 mil toneladas de CO2 al año.
Las ciudades definidas como más ‘ciclovías’ según Legambiente son Turín, Milán, Padua, y Florencia; de igual modo en las 15 urbes tocadas, la cantidad de PM10 supera el valor umbral indicado por la Organización Mundial de la Salud (igual a 20 microgramos / m3), con picos de criticidad detectados en Turín, Milán y Padua.
Edoardo Zanchini, vicepresidente de Legambiente, señaló que, con Ciudades Limpias, se creó una red entre las capitales italianas para enfrentar la descarbonización y lograr los objetivos de reducción de emisiones de CO2 establecidos por la Unión Europea para 2030 y 2050.
Nuestro llamamiento va a los alcaldes y administraciones de las ciudades italianas, para ser ambiciosos y proponer proyectos concretos de remodelación urbana, apuntó.
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