Al anunciar la firma del protocolo de intención sobre cooperación científica e intercambio de materiales y conocimientos, el director sanitario del Inmi, Francesco Vaia, confirmó la intención de desarrollar un proyecto específico sobre la posibilidad de usar mezclas de vacunas en la prevención de la enfermedad.
En ese sentido, expresó confianza en obtener la autorización de la Agencia Italiana de Fármacos (AIFA) para desarrollar el estudio relacionado con la aplicación de la segunda dosis, a pacientes quienes recibieron la primera con el medicamento producido por la empresa anglo-sueca AstraZeneca.
Según trascendió, en la prueba participarán 600 voluntarios a quienes se les suministrará, como segunda dosis, las variantes Ad5 y Ad26 de la Sputnik V y las vacunas elaboradas por las empresas Pfizer/BioNTech y Moderna.
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