Según el sitio, extremistas que llegaron el martes a la zona cercana a la frontera con Níger a bordo de unos 15 camiones artillados, desataron el asedio, enfrentado por fuerzas del Ejército con el apoyo de la aviación de combate.
Un residente de villa declaró al rotativo Daily Post que ese ataque dejó un número indeterminado de muertos y señaló que grupos de vigilantes (paramilitares progubernamentales) participaron en los combates enfrentamientos.
No obstante, oficialmente se cifró en una decena la cantidad de bajas.
Por su parte, el presidente del consejo local, Mustapha Bunu Kolo, confirmó el asalto y acotó que los insurgentes controlaron parte de la ciudad.
Esa agresión sucedió dos días después de otra lanzada por ISWA contra instalaciones de Naciones Unidas en Damasak que causó cuatro muertos. El ataque perpetrado el domingo provocó cuantiosos daños a dependencias de ONU y de organizaciones no gubernamentales, así como a un hospital y la comisaría de Policía.
Tras los hechos, el coordinador de la Oficina de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas para Nigeria, Edward Kallon, pronosticó que esa violencia causará la reducción de la asistencia internacional la región norteña.
El jefe de Estado nigeriano, Muhammadu Buhari, indicó el retroceso de los grupos terroristas Boko Haram y Estado Islámico, el Ejército intensificó sus acciones en la zona del lago Chad donde operan esa insurgencia que en los últimos meses intensificaron sus agresiones.
mem/mt