La detonación lesionó gravemente, además, cuatro ciudadanos y -según fuentes de la Policía- lo ocurrido con el vehículo pudo ser un daño colateral, pues el objetivo real de los insurgentes son los convoyes gubernamentales que patrullan las carreteras.
El número de muertos podría aumentar, ya que algunos de los pasajeros sufrieron lesiones extremas, coincidieron informes recopilados por el portal noticioso.
Ese hecho, condenado por las autoridades, ocurre cuando el Gobierno se enfrenta a cuestiones de legitimidad institucional y aunque ningún grupo se responsabilizó con el ataque, por su naturaleza y configuración se asocia con los perpetrados por los comandos insurgentes en el pasado.
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