Así informó el coordinador residente de la ONU para Barbados y el Caribe, Didier Trebucq, y señaló que de esa forma se busca favorecer una recuperación temprana en los próximos seis meses.
Pero esta es una crisis que ciertamente va a durar más que ese período de tiempo, precisó el alto funcionario de Naciones Unidas.
En este momento, detalló Trebucq, el agua es ‘la prioridad número uno’, pues ese servicio fue interrumpido en muchas áreas y los suministros se están transportando desde naciones hermanas del Caribe.
La prioridad número dos, añadió, es la gestión de refugios y de artículos de higiene básicos y de primera necesidad
Otro aspecto importante es la limpieza de las cenizas que ha desprendido el volcán, indicó.
Actualmente, varias agencias de ONU se encuentran sobre el terreno para evaluar las necesidades y confeccionar un plan de respuesta.
De acuerdo con Trebucq, se espera que las continuas explosiones y la caída de cenizas continúen durante las próximas semanas en San Vicente y las Granadinas, pero también en islas vecinas como Barbados, Santa Lucía y Granada
La Soufrière, volcán inactivo desde 1979 y ubicado en la isla San Vicente, entró en erupción la semana pasada, desplazando a unas 20 mil personas, aproximadamente una quinta parte de la población de ese país caribeño.
Unas cuatro mil desplazados debido a este fenómeno viven ahora en 87 refugios, aunque muchas instalaciones carecen de servicios básicos como agua potable.
San Vicente y las Granadinas, ubicado en el sur del Caribe, consta de más de 30 islas y cayos, nueve de los cuales están habitados.
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