Según esas fuentes, citadas por el portal digital Alwidha, los enfrentamientos entre comunidades árabes y las no árabes dagal y kibet, se registraron en las localidades de Ambarit y Sihep.
También, en las cercanías de la capital provincial Am Timan, ocurrieron actos violentos, como incendios de residencias, expresó, por su parte, el gobernador de Salamat, Abel Yamabaye.
En ese territorio, donde en febrero pasado perecieron más de 30 civiles por incidentes violentos, son frecuentes los conflictos de ese tipo, que además de motivaciones políticas, tienen como trasfondo la lucha por el control de tierras y de ganado.
Chad, país que el pasado 11 de abril celebró elecciones presidenciales, vive sumido en un clima de inseguridad debido al incremento de la violencia intercomunitaria y de grupos extremistas que operan en la cuenca del lago Chad, entre ellos Boko Haram y el Estado Islámico de África Occidental, consideran analistas.
Pese a la actividad de ejércitos nacionales, en esa zona geográfica, ocurren frecuentes ataques de entes radicales, los cuales provocan cada año cientos de muertos, heridos y desplazados.
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