Tal decisión benefició al coronel retirado Eduardo Ferro que en 2016 evadió citaciones a comparecer ante la justicia, escapó del país y se refugió en España, cuyas autoridades policiales repatriaron recientemente por reclamo de una jueza de Uruguay.
A su llegada, el fiscal consiguió se decretara prisión cautelar para interrogarle por homicidio bajo tortura en 1977 del militante comunista Óscar Tassino y otras violaciones a los derechos humanos en centros de detención en los años de la dictadura hasta 1985.
Sin embargo la defensa del exrepresor detenido apeló la sentencia provisional con un recurso de excepción de inconstitucionalidad, que dos veces anteriores fue rechazado por la Corte Superior de Justicia (SJC) y en lo adelante deberá dirimirlo de nuevo.
Perciballe reafirmó que al margen de dilucidar el contencioso jurídico, existen pruebas y testigos suficientes para llevar adelante una de imputación contra Ferro y abrir un procesamiento pendiente que no se pudo resolver porque se encontraba fuera del país.
‘Disponga lo que disponga el SCJ inexorablemente se tendrá que hacer la audiencia indagatoria y se podrán o no hacer las imputaciones’, concluyó.
El hermano de Oscar, Javier Tassino, integrante del colectivo Familiares de Detenidos Desaparecidos, dijo que la decisión de la justicia de liberar a Ferro es ‘una burla a la democracia, a la vida’.
Ese tribunal es el mismo que ‘trancó todos los pedidos que se hacían por causas de derechos humanos’, agregó el hermano de la víctima del exrepresor.
La asociación de exprisioneros políticos uruguayos Crysol censuró que ahora Ferro es un ciudadano libre y en condiciones de seguir cobrando su jubilación militar.
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