La referida línea comunica los yacimientos gasíferos de Al-Yibseh en el sur de Hasakeh con la planta de gas Rayyan, en el este de la provincia central de Homs.
Según difundió el diario Al-Watan, se comenzó la reinyección de gas a través del mencionado gasoducto que fue objeto de varios ataques terroristas.
El más reciente de los sabotajes ocurrió el 27 de febrero pasado mediante la detonación de cuatro artefactos explosivos.
Siria producía antes de la guerra en 2011 más de 30 millones de metros cúbicos de gas por día y esta cantidad se redujo a casi 16 millones, empleado en su mayoría para alimentar las centrales eléctricas.
El sector gasífero en el país sufrió pérdidas millonarias por las acciones terroristas y la ocupación de los principales campos de hidrocarburos por parte de Estados Unidos.
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