Este sería el tercer tipo de dinosaurio no aviar descrito sólo en la nación sudamericana, luego del Atacamatitan chilensis y el Chilesaurus diegosuarezi, y se trata de un titanosaurio, el animal más grande que habitó el planeta, a finales del período Cretácico, entre 66 y 80 millones de años atrás.
David Rubilar, jefe del Área de Paleontología del Museo, explicó que en lengua del pueblo kunza el nombre dado a esta especie significa ‘osamentas atacameñas’ y los restos corresponden a partes de una pata delantera, un fémur, huesos de la pelvis y vertebras.
Los restos del animal fueron descubiertos en la década de 1990 por el geólogo Carlos Arévalo a unos 75 kilómetros al sur de la ciudad de Copiapó, en la norteña región de Atacama, y pasaron muchos años en proceso de preparación para poder estudiarlos adecuadamente.
Describió que se trata de un saurópodo, herbívoros con cuello y cola muy largos y fuertes extremidades que en el caso del Arackar licanantay, eran ‘pequeños’ al alcanzar entre seis y ocho metros de longitud, pero también había gigantes, de más de 30 metros.
Alexander Vargas, director de la Red Paleontológica de la Universidad de Chile, explicó que una de las particularidades de este nuevo dinosaurio corresponde a la disposición de sus extremidades, que en muchos titanosaurios estaban en un ángulo abierto, mientras que en este tipo es más recto.
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