Arce agradeció la confianza y aseguró compartir la experiencia del país suramericano en la lucha contra las drogas, según una publicación en su cuenta de Twitter.
El Ministerio de Relaciones Exteriores resaltó, mediante un comunicado, que esa elección es resultado del éxito del modelo boliviano en el enfrentamiento al narcotráfico y la reducción de los cultivos de coca excedentes, basado en el principio de responsabilidad internacional común y respeto a los derechos humanos. De la misma manera, fortalece el compromiso del país con el trabajo de la comisión, precisó la nota.
Desde el 2018, está vigente en Bolivia la Ley General de la Coca para regular la promoción, circulación, comercialización, consumo, investigación e industrialización de la planta en su estado natural.
La normativa permite 23 mil 100 hectáreas de cultivos de coca, reconoce los valores patrimoniales de esa planta y enfatiza que en su estado natural no es una droga.
A diferencia de otras regiones del mundo, la lucha contra el narcotráfico en la nación andino-amazónica tiene como base una política pacífica, de coexistencia y coordinación permanente con los actores involucrados, aseguraron las autoridades.
La Comisión de Estupefacientes, integrada por 53 Estados miembros de las Naciones Unidas, es el principal organismo encargado de la formulación de políticas del sistema de fiscalización de estupefacientes.
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