Los legisladores analizaron y debatieron en lo particular el articulado de ese proyecto, ingresado en 2014 por el diputado opositor Vlado Mirosevic y que en todo este tiempo debió enfrentar enconados debates esencialmente de corte ético.
Entre los temas aprobados este martes quedó explícito que solo podrán acogerse a la eutanasia las personas mayores de 18.
También, que la muerte asistida, según señala el proyecto, solo podrá ser solicitada en caso de una enfermedad terminal, enfermedad o dolencia incurable, y disminución avanzada o irreversible de las capacidades, pero no cuando el padecimiento sea de naturaleza psíquica.
Esto último no fue considerado por los legisladores como causa para invocar la muerte digna, aun cuando había sido considerado en el texto presentado por la comisión de Salud de la Cámara Baja.
También establece que quienes quieran acogerse a esta ley tengan residencia definitiva en el país por más de un año, y de ser aprobada la legislación, el Ministerio de Salud dispondrá de tres meses para establecer un reglamento sobre el procedimiento de muerte digna.
Por mayoría se rechazó la propuesta de diputados de derecha de permitir la objeción de conciencia de las instituciones de salud para negarse a practicar la eutanasia.
Entre otras reacciones inmediatas, Vlado Mirosevic, su principal impulsor, destacó en su cuenta de Twitter que ‘triunfó el derecho a elegir por sobre la obligación de sufrir’.
Por su parte, el diputado comunista Amaro Labra expresó que ‘no hay muerte más digna que aquella que es libremente escogida. Las personas con enfermedades terminales tienen derecho de decidir’.
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