El fallecimiento del mandatario fue confirmado poco antes del inicio de una segunda mini Cumbre de la Cirgl para examinar la situación política y de inseguridad en la República Centroafricana (RCA), asolada por el incremento de las manifestaciones de violencia.
Déby, en el poder durante 30 años, murió hoy a causa de las heridas recibidas en una operación militar contra los rebeldes en el norte de su país durante el fin de semana. De 68 años de edad, el militar de carrera llegó al poder en 1990 tras un golpe de Estado y el pasado 11 de abril fue reelecto para un nuevo mandato de seis años, con casi el 80 por ciento de los votos, según resultados parciales.
A causa de la emergencia, la delegación del Chad declinó su asistencia a la reunión de la Cirgl en Luanda, cuyas deliberaciones transcurren a puertas cerradas.
La cita fue convocada por el jefe de Estado angoleño, João Lourenço, en su condición de presidente pro tempore del bloque, compuesto por República Democrática del Congo (RDC), Ruanda, Burundi, Angola, RCA, Sudán, Sudán del Sur, Tanzania, Uganda, Zambia, Kenya y República del Congo.
Participan en el encuentro los mandatarios de la RCA, Faustin Touaderá; de Ruanda, Paul Kagame, y del Congo, Dennis Sassou-Nguesso, el titular del Consejo Soberano de Transición de la República de Sudán, Abdul Fatah al-Burhan, así como delegaciones de alto nivel de Camerún y la RDC.
El debate dará continuidad a las deliberaciones sostenidas en Luanda el pasado 28 de enero durante la primera mini Cumbre sobre la situación política y de seguridad en suelo centroafricano.
A finales de febrero pasado, el secretario general adjunto de operaciones de paz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Jean-Pierre Lacroix, consideró la existencia de ‘avances notables’ en la RCA, pero alertó que el país continuaba ‘plagado de violencia y volatilidad’.
En su intervención ante el Consejo de Seguridad de la ONU, el funcionario mencionó entre las cuestiones preocupantes el aumento de los secuestros y asesinatos de civiles, los ataques contra trabajadores humanitarios, las ejecuciones extrajudiciales y la violencia sexual relacionada con los conflictos.
El conflicto político-militar en la RCA amenaza a otros estados del área, debido al flujo transfronterizo de combatientes, armas y recursos naturales.
En cambio, las autoridades legales tienen dificultades en asumir su misión legítima de seguridad y protección civil, debido a las obligaciones con las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU, tomadas de acuerdo con la Resolución 2536 (2020) sobre el embargo de armas impuesto a la RCA, juzgó la Cirgl.
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