En el mensaje enviado a la XXVII Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno en Andorra, el titular de Naciones Unidas recalcó que la pandemia ‘es la mayor prueba moral de nuestro tiempo’ y llamó a aunar esfuerzos para enfrentar esta crisis.
Hay países de renta baja que no han recibido ni una dosis de la vacuna, lo cual retrasa la recuperación a nivel global y compromete el propio proceso de inmunización.
Asimismo, Guterres destacó el fuerte impacto de la pandemia en América Latina y el Caribe, región que ya acumula el 25 por ciento de las muertes globales debido a la Covid-19.
El producto interno bruto del área sufre igualmente las consecuencias y registra una contracción de 7,4 por ciento, la mayor desde el año 1821, detalló.
América Latina y el Caribe, recalcó, corre el riesgo de retroceder varias décadas en materia de desarrollo, con impactos especialmente devastadores para sectores más vulnerables.
Guterres se refirió también al mecanismo Covax, impulsado por la Organización Mundial de la Salud con el fin de paliar los desequilibrios en la producción y distribución de vacunas.
Los países con más recursos son capaces de comprar suficientes dosis para toda su población, pero otros menos desarrollados se quedan al margen, insistió el titular.
‘El mundo debe unirse para producir y distribuir vacunas para todos’, enfatizó el diplomático portugués y pidió duplicar la capacidad de fabricación de los fármacos porque es precisamente en la inmunización donde reside la esperanza, dijo.
Además, llamó a crear un frente común en torno al cambio climático de cara a rebajar a cero la emisión neta de gases contaminantes en el año 2050 y aumentar la financiación en materia medioambiental.
Guterres, quien ofreció una parte del discurso en su portugués natal y otra en un fluido español, elogió que, en un momento de gran polarización y de crisis del multilateralismo, la Cumbre Iberoamericana haya mantenido el diálogo entre los 22 países de la región.
Este evento, programado para noviembre del año pasado tuvo que posponerse debido a la pandemia y finalmente, se desarrolló en formato semipresencial con solo cinco delegaciones participando físicamente en el plenario (España, Portugal, Guatemala, República Dominicana y Andorra) y las demás de forma virtual.
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