Antes de su entrada en vigor el próximo sábado, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, deberá rubricarla.
El ‘freno de emergencia’ modifica la Ley de Infecciones contra la pandemia aprobada el pasado año y prevé la activación automática de restricciones nocturnas de movimiento a partir del centenar de casos semanales por 100 mil habitantes.
Regula la suspensión de la docencia, la obligatoriedad de someterse dos tests semanales de antígenos y la limitación de reuniones en regiones con alta incidencia de la enfermedad.
Tras su implementación regirá un toque de queda entre las 22:00 hasta las 05:00 hora local del siguiente día, aunque serán posibles los paseos o el deporte individual hasta la medianoche.
La víspera el documento recibió la aprobación de la Cámara Baja (Bundestag) con la oposición del ultraderechista partido Alternativa para Alemania, tras acusar al ejecutivo de la canciller federal, Angela Merkel, de recortar las libertades individuales fundamentales.
Los Verdes se abstuvieron por considerar que esas medidas no son suficientes y debieron activarse antes.
En esa jornada el ministro de Sanidad, Jens Spahn, justificó la normativa bajo el argumento de que las vacunas y los tests no son instrumentos suficientes para detener la propagación del virus.
Alemania es el país europeo más afectado por el virus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, según datos aportados por el Instituto Robert Koch, ente gubernamental encargado del control de enfermedades infecciosas.
Los infectados en el país superan los tres millones 220 mil, mientras las víctimas fatales exceden las 80 mil 900.
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