También solicitó que se adopten medidas urgentes a nivel mundial contra el cambio climático, que incluyen la necesidad de apoyar la educación y la sensibilización sobre el clima, ya que la transición hacía una economía sin emisiones de carbono requerirá nuevas competencias, formación y cualificaciones.
De acuerdo con la OIT surgirán numerosos nuevos empleos, otros tendrán que adaptarse, lo cual hace que la instrucción sobre el clima sea una prioridad para la fuerza de trabajo actual y la futura, algo que los países deberán abordar con urgencia.
‘Los efectos del cambio climático alterarán la estructura del empleo. Nuevos empleos y de familias de empleos serán creados, otros desaparecerán o serán insostenibles, y las empresas tendrán que encontrar diferentes maneras de organizar el trabajo y la producción’, afirmó el director general de la OIT, Guy Ryder.
En su opinión es necesario preparar a los jóvenes para este mundo en evolución, ya que su formación puede habilitarlos para que resuelvan la crisis del clima y desarrollen las competencias y lideren el movimiento ecologista del mañana.
La OIT estima que el aumento de las temperaturas por el cambio climático podría provocar la pérdida de 80 millones de empleos de aquí a 2030, con grandes afectaciones para las naciones pobres, por lo que la adopción de medidas podrían crear más y mejores trabajos, con un potencial de 18 millones de plazas netas para 2030 en el sector de la energía.
Ryder subrayó que las empresas necesitarán trabajadores bien formados, que dispongan de competencias adecuadas para reducir la intensidad de carbono de la producción, y advirtió que tendrán que prepararse para un nuevo y desafiante cambio técnico y tecnológico.
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