Desde su llegada al poder este año, el mandatario norteamericano señaló que pretende volver a colocar como una prioridad la acción medioambiental y, para ello, echó por tierra políticas impulsadas por su antecesor Donald Trump.
Justo el mismo día en que asumió la presidencia, el pasado 20 de enero, Biden firmó una orden ejecutiva que sentaba las bases del retorno de Estados Unidos al Acuerdo de París.
El máximo representante de Naciones Unidas acogió con satisfacción estos pasos y llamó a la nación norteña a sumarse a los esfuerzos mundiales para enfrentar el cambio climático.
Biden, por su parte, nombró a John Kerry como enviado especial para el clima y convocó a la cumbre que se realizará este jueves y viernes, en su mayoría de forma virtual.
Para esta ocasión, el gobernante demócrata invitó a los líderes de algunos países que ya sienten los efectos del cambio climático y pidió abordar la necesidad de recortes de emisiones contaminantes más ambiciosos.
Entre los invitados a la cita destacan los mandatarios de China, Xi Jinping, y de Rusia, Vladimir Putin.
También participarán la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen; la canciller alemana, Angela Merkel; y el presidente francés, Emmanuel Macron.
De acuerdo con analistas, ahora Washington debe empezar a concretar los planes de recorte de emisiones de gases de efecto invernadero para esta década.
Actualmente, Estados Unidos figura entre los principales emisores de gases contaminantes, según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
La mayor parte de esas emisiones proceden de los combustibles fósiles, pero también de la fabricación de cemento y la combustión de gas.
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