El alto ejecutivo aseguró en un artículo en el diario The New York Times que pese al tiempo récord en que la ciencia enfrentó la pandemia, de los más de 890 millones de dosis administradas en el mundo, más del 81 por ciento se usaron en países de renta alta y media-alta.
Ghebreyesus instó a los países ricos a elegir el buen camino pues, expresó, si cumplen sus promesas de vacunas, la pandemia puede terminar.
Los fármacos ayudarían a combatir el flagelo, pero si se riega sólo una parte del infierno, el resto seguirá ardiendo, señaló en referencia a la flexibilización prematura de las medidas de salud pública y la distribución desigual de las dosis.
Aseguró que el Acelerador de Acceso a las Herramientas de Covid-19 (ACT), que incluye la iniciativa de compartir vacunas Covax, se puso en marcha para garantizar una distribución lo más equitativa posible de dosis, diagnósticos y terapias para Covid-19.
Pero muchos de los mismos países ricos que expresaban públicamente su apoyo a Covax estaban paralelamente preordenando las mismas vacunas en las que Covax confiaba, apuntó.
En enero, agregó, lancé un reto global para que la inmunización estuviera en marcha en todos los países en los primeros 100 días del año, y era un objetivo eminentemente alcanzable, pero la cantidad de vacunas entregadas es totalmente insuficiente.
Hasta el jueves, Covax distribuyó 43 millones de dosis de vacunas a 119 países, que cubren apenas el 0,5 por ciento de su población combinada de más de cuatro mil millones de personas.
Aseguró que desde el nacimiento del Acelerador ACT, hace un año, muchas de las mayores economías del mundo prestaron un fuerte apoyo político y financiero a Covax, pero también lo socavaron de otras maneras.
Un puñado de países ricos se traga el suministro previsto, ya que los fabricantes venden al mejor postor, mientras el resto del mundo se disputa las sobras, puntualizó.
Precisó el directivo de la OMS que la escasez genera inequidad y pone en riesgo la recuperación mundial.
Cuanto más tiempo circule este coronavirus en cualquier lugar, sostuvo, más tiempo se verán perturbados el comercio y los viajes a nivel mundial, y más posibilidades habrá de que surja una variante que haga que las vacunas sean menos eficaces.
Ghebreyesus llamó a los países y las empresas que controlan el suministro mundial a compartir la financiación, que compartan sus dosis con Covax de forma inmediata y sus conocimientos para ampliar de forma urgente y masiva la producción y la distribución equitativa de las vacunas.
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