Para el sitio Rede Brasil Atual, el estudio pone al desnudo que los planteamientos policiales reflejan el racismo histórico del gigante suramericano.
Además de los agentes de seguridad, la responsabilidad de este guarismo debe atribuirse también a las instituciones del sistema de justicia.
Tales dígitos se refieren a las víctimas de la policía militar y civil, y significa que casi cuatro de cada cinco personas asesinadas por agentes del orden, hace dos años, eran negras o mestizas.
La investigación fue realizada por el portal G1, en colaboración con el Foro Brasileño de Seguridad Pública y el Centro de Estudios de la Violencia de la Universidad de Sao Paulo (USP).
El sondeo se basó en los enfrentamientos con civiles o en las lesiones no naturales con intencionalidad que involucran a los policías en activo.
Dennis Pacheco, investigador del foro, explicó que ‘la razón es histórica. Tenemos una representación social de la población negra en Brasil que se construyó a través de la esclavitud’.
La visión de que los negros son peligrosos, pobres y tienen una mayor tendencia a involucrarse en actividades delictivas acaba repercutiendo en la forma de abordar a estas personas, afirmó.
‘Reconocer que el racismo sigue presente en la sociedad e influye en la actuación de los agentes de seguridad es el primer paso para pensar en formas de cambiar la realidad de la letalidad policial contra la población negra’, aseguró por su parte la investigadora asociada del Núcleo de Estudios de la Violencia de la USP, Ariadne Natal.
La encuesta revela otro problema sobre la actuación de las fuerzas de seguridad: la falta de transparencia de la información. Esto se debe a que 11 estados no publicaron datos sobre la raza de las personas asesinadas por los cuerpos del orden.
Esa carencia impide la creación de políticas públicas eficientes en el área de la seguridad pública, alertó Dudu Ribeiro, coordinador de la Red de Observatorios de Seguridad de Bahía y cofundador de la Iniciativa Negra por una Nueva Política de Drogas.
Recientemente, el Partido de los Trabajadores insistió en que resulta necesario reanudar las políticas afirmativas, especialmente en un momento en que Brasil se enfrenta al escandaloso apartheid social, agravado por el gobierno de Jair Bolsonaro, y el aumento de la desigualdad por la pandemia de Covid-19.
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