Se espera que este plan resulte en que se amplíen las operaciones, dijo a periodistas el ministro de Planificación Económica, Mustapa Mohamed.
El denominado Plan Nacional de Industria de Equipos y Servicios de Petróleo y Gas 2021-2030 describe los incentivos para las fusiones, la creación de consorcios y la adopción de tecnología, junto con una subvención de desarrollo para ayudar a las empresas más pequeñas a comercializar soluciones innovadoras.
Otro impulso crucial será diversificar las fuentes de ingresos, con una cuarta parte de la facturación para 2030 proveniente del exterior del petróleo y el gas.
Esta iniciativa se produce después de que casi dos tercios de los más de cuatro mil proveedores desaparecieron por la tensa situación económica.
La demanda de energía y transporte se estancó durante la pandemia, y esto se sumó a la caída de los mercados petroleros entre 2014 y 2016. El gigante petrolero estatal Petronas se vio obligado a recortar un tercio de su presupuesto inicial de gastos de capital para 2020, la mayor parte del cual se dedicó al mercado interno.
En 2020, los precios del petróleo crudo promediaron alrededor de 40 dólares por barril, por debajo de los 60 del año anterior.
Como resultado, en Malasia más de 700 empresas de petróleo y gas quedaron inactivas el año pasado, lo que dejó solamente a poco más de mil 500 en funciones.
El petróleo y el gas son un elemento crucial tanto de la economía de Malasia como de los ingresos del gobierno, pues representa la quinta parte del Producto Interno Bruto del país.
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