En su actualización, que cerró este martes, la APIB comunicó además que 52 mil 997 nativos se confirmaron con la dolencia y 163 pueblos aborígenes están afectados.
Amazonas apareció en marzo de 2020 como el primer estado con contaminación en las aldeas y concentra la mayor cantidad de decesos de nativos.
En su página oficial, la articulación ‘llama la atención sobre el hecho de que la Secretaría Especial de Salud Indígena (Sesai) es uno de los principales vectores para la expansión de la enfermedad dentro de los territorios indígenas, llegando a la región con el mayor número de personas aisladas en el mundo: el Valle de Javari’.
Alerta que la falta de transparencia en los datos del Sesai impide la identificación de muchas ciudades en las que ocurren las pérdidas de vida.
‘Una vez más denunciamos la falta de transparencia y el racismo institucional de la Sesai y exigimos el respeto de nuestros derechos’, apunta la coordinadora.
Asegura que la pandemia dejó al descubierto la política de odio, anteriormente revelada por la organización. ‘La violencia política y la persecución se han acelerado aún más’, remarca.
Denuncia que ‘el Gobierno Federal es el principal agente transmisor del virus entre los pueblos indígenas’.
Menciona en tal sentido que la falta de construcción de acciones efectivas para combatir la pandemia, la negligencia en la protección de trabajadores del Subsistema de Salud Indígena y la construcción de políticas que favorezcan la invasión de territorios son los principales factores en este contexto de violaciones.
Para la APIB, el presidente Jair Bolsonaro ‘impulsó el agravamiento de la violencia contra los pueblos indígenas durante la pandemia’.
Insiste en que las violaciones a los derechos, financiadas por grandes corporaciones globales como BlackRock, Citigroup, JP Morgan Chase, Vanguard, Bank of America y Dimensional Fund Advisors, aumentaron la vulnerabilidad de las comunidades nativas durante la calamidad sanitaria.
De acuerdo con el último censo nacional, unos 900 mil brasileños se reconocen como nativos. Sin embargo, en las últimas décadas, los expertos aseguran que aumentó este número. Se trata de familias mixtas expulsadas de sus territorios a lo largo del tiempo y que ahora buscan recuperar su identidad colectiva.
Brasil acumula hasta la fecha 391 mil 936 defunciones y 14 millones 369 mil 423 infectados por el patógeno.
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