El alto funcionario abundó que el 45 por ciento de los homicidios fueron perpetrados con armas de fuego, según datos de la Policía de Investigaciones.
Al respecto consideró que ‘Chile se está enfrentando a una violencia cada vez más cruda y agresiva, que crea inseguridad, provocando un impacto profundo en las víctimas y conmociona a toda la población’.
En la ceremonia, efectuada de forma virtual, Abott dijo que existe preocupación por la situación en la denominada macro zona sur del país, y advirtió que ‘la violencia rural es un conflicto político, cuya solución excede las facultades del Ministerio Público’.
Dijo estar consciente de que tras esa violencia hay un creciente catálogo de ‘hechos criminales anexos’, como el aumento en las usurpaciones de tierras, robo de madera, tráfico de drogas y de armas, que deben ser investigados como un fenómeno común.
Al respecto opinó que es necesario modernizar la legislación para enfrentar más eficazmente los ilícitos asociados a la violencia rural y que para lograr resultados de peso se requiere actuar de manera muy coordinada.
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