La estatal Agencia Brasil indicó que la acción policíaca ocurrió la víspera en la comunidad de Jacarezinho, en la zona norte de Río de Janeiro, donde dejó 25 pérdidas de vida, entre ellas la de un policía civil.
Tal operación es considerada la más letal en la historia del turístico estado.
‘Esto implica que las autoridades deben garantizar la seguridad y la protección de los testigos y protegerlos de la intimidación y las represalias’, afirmó Rupert Colvill, portavoz de esa oficina de la ONU que encabeza Michelle Bachelet.
El vocero añadió que existe una tendencia de larga data al uso innecesario y desproporcionado de la fuerza por parte de la policía en las favelas.
‘Recordamos a las autoridades brasileñas que el uso de la fuerza debe aplicarse solo cuando sea estrictamente necesario, y deben respetar siempre los principios de legalidad, precaución, necesidad y proporcionalidad’, apuntó Colvill.
Precisó que la fuerza letal debe utilizarse como último recurso y solo en los casos en que exista una amenaza inminente para la vida o lesiones graves.
Manifestantes realizaron este viernes un acto en la zona norte de Río contra las muertes ocurridas durante la llamada operación Exceptis, realizada por la Policía Civil en Jacarezinho.
La fuerza del orden negó que hubiera casos de ejecuciones entre los 24 sospechosos eliminados.
Según agentes directamente implicados en la acción, las personas fallecieron a consecuencia de los enfrentamientos y el objetivo era combatir a grupos armados de narcotraficantes que reclutaban niños para la delincuencia.
Además, de acuerdo con investigaciones, los malhechores estaban implicados en otros delitos, como el secuestro de trenes.
El alcalde de Río, Eduardo Paes, comunicó que hablará con el gobernador del estado, Cláudio Castro, sobre la posibilidad de hacer una ocupación permanente en Jacarezinho.
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