Los resultados finales de comicios locales celebrados el jueves pasado arrojaron que el SNP tendrá 64 asientos en el legislativo, por 31 los conservadores, 22 los laboristas, ocho los verdes y cuatro los liberales demócratas.
La jefa del gobierno semiautónomo de Escocia, Nicola Sturgeon, había anunciado que de obtener la mayoría parlamentaria presionaría a las autoridades centrales del Reino Unido para que la autoricen a organizar otro referendo sobre la independencia de ese territorio británico.
Londres considera, sin embargo, que el referendo de 2014, cuando el 55 por ciento de los escoceses votó a favor de permanecer dentro del Reino Unido, fue concluyente, mientras que el primer ministro británico, Boris Johnson, recalcó la víspera que otra consulta sería irresponsable y temeraria.
‘No creo que este sea el momento de tener más disputas constitucionales ni de hablar de dividir el país, cuando la gente lo que quiere es que la economía sane y que nos recuperemos todos juntos’, recalcó el gobernante conservador en entrevista con el diario The Telegraph.
Sturgeon argumentó que el Brexit trastocó el escenario político y social, pues la mayoría de los escoceses (62 por ciento) quería permanecer dentro de la Unión Europea, pero fueron obligados a abandonar el bloque junto al resto del Reino Unido, en 2020.
Según informó la oficina de Johnson, el gobernante conservador felicitó anoche a la líder del SNP por su victoria y la invitó a participar en una cumbre con los jefes de los gobiernos de Gales e Irlanda del Norte y a trabajar juntos como parte del ‘equipo Reino Unido’.
En los comicios del jueves pasado, los británicos también eligieron a más de cinco mil concejales, 13 alcaldes, 39 comisionados de Policía, así como a los 60 miembros del parlamento galés y a un diputado a la Cámara de los Comunes.
Al margen de la victoria de los independentistas en Escocia, y de la mayoría que obtuvieron los laboristas en Gales, lo más significativo fue la derrota que sufrió el principal partido opositor británico en Hartlepool, donde los conservadores le arrebataron el escaño que tenían en el Parlamento desde 1974.
La puja por la alcaldía de Londres concluyó con la reelección del laborista Sadiq Khan por otros cuatro años más.
oda/nm/cvl