La demanda la presentó el embajador Esteban Moctezuma al secretario del Trabajo norteamericano, Martin J. Walsh, en una carta en la cual añade la incapacidad de los empleadores para negociar de manera colectiva o cumplir los protocolos contra la Covid-19.
Ante dichas anormalidades, el gobierno de México propuso al estadounidense abrir un espacio de cooperación en el marco del acuerdo comercial tripartito con Canadá, para resolver las violaciones a las leyes.
La situación estalló después que Washington interpusiera una denuncia bajo el tratado comercial (T-MEC) alegando posibles violaciones laborales en la planta de General Motors en Silao, Guanajuato, y convocara a México a investigar y resolver el caso.
La réplica mexicana al secretario Walsh subrayó que si bien a nivel federal los derechos laborales en Estados Unidos protegen a todos los empleados, independientemente de su situación migratoria, en la práctica la situación es distinta.
Señaló que factores como el desconocimiento, el miedo y el abuso de parte de algunos empleadores impiden que los trabajadores migrantes puedan ejercer plenamente sus derechos laborales en algunas industrias y estados.
La Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana indicó que el embajador transmitió los comentarios e inquietudes detectados por México con respecto a la falta de aplicación de leyes laborales en Estados Unidos.
El incumplimiento de los empleadores de los protocolos de descansos e instalaciones para trabajadores del campo, la falta de regulación federal respecto al estrés por calor en la industria agrícola y disparidad salarial entre trabajadores de empacadoras y de las plantas de procesamiento de proteínas figuran en los señalamientos.
El gobierno mexicano planteó un espacio de cooperación en el marco del T-MEC en aras de identificar acciones para atender la no aplicación de leyes laborales en determinados sectores y estados norteamericanos y garantizar de forma plena los derechos laborales.
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