Desde el domingo cuando ocurrieron los hechos, el video de la escena recorre las redes sociales y muestra agentes apaleando casi hasta la muerte a Péguy Siméon, quien falleció unas horas después en un centro hospitalario de Ouanaminthe, comuna fronteriza con la vecina República Dominicana. Fritz Saint-Fort, director departamental del la PNH en Nordeste, confirmó que a los oficiales implicados se les confiscaron las armas, y se encuentran a disposición de los investigadores.
Según las informaciones preliminares, la víctima no estaba armada, ni representaba una amenaza inminente para la vida de los policías, además que entre los instrumentos utilizados figuraba un bastón no proporcionado por la institución.
Su uso será un agravante para estos agentes, adelantó Saint-Fort, e indicó que probablemente habrá sanciones administrativas y penales.
La Oficina de Protección del Ciudadano calificó los hechos de lamentables y repugnantes, y recordó a las fuerzas de seguridad que el cuerpo humano es inviolable.
Las autoridades policiales tienen la misión de proteger y servir a la población y deben respetar escrupulosamente la integridad física, moral y psicológica de todas las personas, indicó la organización que promueve los derechos humanos.
Péguy Siméon, que acababa de ser repatriado por las autoridades de la República Dominicana, fue arrojado desde el techo de un autobús por un agente policial, y luego golpeado.
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