Los uniformados de la Policía Nacional de Haití (PNH) dejan de lado todas las nociones de humanidad y compasión, mientras utilizan una violencia desproporcionada contra la población, denunció la plataforma.
El pasado domingo, oficiales en la comuna fronteriza de Ouanaminthe golpearon casi hasta la muerte a Péguy Siméon, luego de lanzarlo desde el techo de un autobús, lo cual provocó el fallecimiento del ciudadano unas horas después en un centro hospitalario de la localidad.
Este acto constituye una grave violación de los derechos humanos y está totalmente distanciado de la principal misión de la institución, que es proteger y servir, señalaron.
‘Matar a golpes a una persona esposada, indefensa y que no representa ninguna amenaza para los policías armados y en mayor número, refleja claramente un deseo explícito de estos últimos de maltratar a los ciudadanos, a quienes se supone que deben proteger’, manifestó la organización en un comunicado.
Tras los hechos, cuyas imágenes recorrieron las redes sociales, las autoridades del cuerpo uniformado arrestaron y aislaron a los oficiales implicados, además de abrir una investigación para determinar las responsabilidades.
Fritz Saint-Fort, director departamental de la PNH en Nordeste, confirmó que se les confiscaron las armas, entre ellas bastones no proporcionadas por la institución, cuyo uso será un agravante para estos agentes.
El funcionario también adelantó que probablemente habrá sanciones administrativas y penales.
En un video difundido a través de las redes sociales, el director general de la PNH, León Charles, condenó los hechos y prometió que no quedará impune, declaración en la que organizaciones de derechos humanos dicen no confiar.
‘En general los expedientes no se trasladan al sistema judicial para que estos agentes puedan comparecer y responder por sus actos’, criticó Marie-Rosy Auguste Ducéna, de la Red Nacional en Defensa de los Derechos Humanos.
Este año organismos internacionales como Naciones Unidas alertaron sobre los casos de brutalidad policial, tras las manifestaciones antigubernamentales de febrero, en las cuales varios periodistas fueron baleados.
npg/ane