Con menos del tres por ciento de la población mundial, el gigante suramericano registra más del 12 por ciento de los decesos por el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.
‘Ese es el error. No apostar por la ciencia. El Gobierno se equivocó desde el primer momento. No apostó por el aislamiento, no apostó por la mascarilla, el alcohol en gel, la vacuna, una serie de acciones que podrían haber ayudado a salvar personas’, afirmó Aziz en una entrevista publicada por el diario Folha de Sao Paulo.
Sin mencionar nombres, pero en clara alusión al mandatario Jair Bolsonaro, comentó que algunos ‘siguen apostando por la cloroquina’, medicamento sin comprobación científica sobre su eficacia contra la Covid-19.
‘Digo siempre una cosa: se puede errar por omisión y se puede errar por obediencia. No creo que puedas salir de ella. Creo que fuimos contra el mundo’, apuntó.
Alertó que ‘no se ha visto a un líder mundial predicando la inmunización de los rebaños, predicando la cloroquina. Usted vio a todos los líderes mundiales aprobando y apoyando el cierre’, argumentó.
También el senador vaticinó que los culpables del uso de cloroquina tendrán que rendir cuentas.
Declaraciones durante la semana en la CPI corroboraron la tesis de omisiones y negligencia de la administración federal ante la pandemia.
El titular de la Agencia de Vigilancia Sanitaria, Antonio Barra, revalidó el martes ante la junta que la jefatura de Bolsonaro valoró cambiar la inscripción de la cloroquina para sugerirla como fármaco contra la Covid-19.
Barra confirmó que estuvo en una reunión en 2020 en el Palacio de Planalto (sede del Poder Ejecutivo), en la cual se planteó cambiar el prospecto de la cloroquina para situarlo como posible antídoto contra el patógeno.
El jueves, el director de Pfizer para América Latina, Carlos Murillo, certificó ante la comisión que el Gobierno dejó a un lado las ofertas del laboratorio estadounidense que ofrecía 1,5 millones de dosis de la vacuna antiCovid-19.
Pfizer ofreció entregar los primeros antídotos a fines de 2020 y Bolsonaro hizo caso omiso a la propuesta.
La CPI fue creada para investigar el desempeño del gobierno ante el patógeno, así como supervisar la aplicación de los recursos federales por parte de los estados y municipios.
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