En las megaelecciones del fin de semana resultaron electos para ese órgano 48 independientes, 37 de la lista Vamos por Chile, de las derecha; 28 de la Apruebo Dignidad, formada por organizaciones de izquierda, 25 de Apruebo, con partidos de centro izquierda, y 17 de los pueblos originarios.
Según lo previsto por la legislación a partir de hoy el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) dispone de 30 días para evaluar la elección y proclamar a los constituyentes electos, lo que deberá ser comunicado al Presidente de la República y al Congreso Nacional.
Solo entonces el mandatario dispondrá de tres días para convocar a la sesión de instalación de la Convención Constitucional, que según se ha informado sesionará en el antiguo Congreso Nacional, en esta capital.
La instalación de la Convención deberá llevarse a cabo a más tardar en la primera quincena de julio y a partir de ahí comenzarán las sesiones para la redacción de la nueva ley fundamental.
Los constituyentes dispondrán de un plazo de nueve meses, con otros tres de gracia, para presentar el texto definitivo de la nueva Constitución que deberá aprobarse en un plebiscito en fecha aún no definida de 2022, pero en esa ocasión lo previsto hasta ahora es que sea con el voto obligatorio de la población.
Tras las elecciones del fin de semana, analistas y políticos advirtieron que la Convención Constituyente, por su integración, tendrá el camino más expedito hacia la plasmación de sustanciales cambios para Chile en respuesta a las demandas de la mayoría de la población.
Prevén a priori que el texto plasme importantes medidas de corte social y supere el neoliberalismo acuñado por la actual Constitución, para dar paso a un modelo con mayor equidad.
Igualmente se da por seguro que Chile se convertirá en un estado plurinacional y más descentralizado.
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