La decisión sigue el propósito de ayudar a las naciones menos desarrolladas a combatir la pandemia de la Covid-19, mediante una prolongación de la Iniciativa de Suspensión de Servicio de la Deuda hasta concluir este año.
‘Esta extensión final permitirá a los países beneficiarios movilizar más recursos para enfrentar los desafíos de la crisis y, cuando sea adecuado, pasar a un enfoque más estructural que permita abordar las vulnerabilidades de la deuda’, expresa la nota.
Representantes del G20 también solicitaron al Fondo Monetario Internacional (FMI) una nueva asignación de Derechos Especiales de Giro (DEG) por 650 mil millones de dólares para cubrir la necesidad mundial a largo plazo de los activos de reserva, lo cual incrementará la liquidez y ayudará a la recuperación global.
Los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G20 pidieron, además, al FMI presentar propuestas para aumentar la transparencia y rendición de cuentas en el uso de los DEG, a la vez que se conserve su característica de activo de reserva, añadió el comunicado.
Creados por el FMI en 1969, los DEG son un activo de reserva internacional para complementar los fondos oficiales de los miembros, los cuales pueden ser intercambiados entre los Gobiernos por monedas de libre uso en momentos de necesidad.
Asimismo, dieron la bienvenida al restablecimiento del Grupo de Estudio de Finanzas Sostenibles, el cual fue reactivado por iniciativa de la presidencia italiana y ahora es presidido por China y Estados Unidos.
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